En el próximo capítulo (Que aún no sé cuando lo podré subir) Ya empiezan los juegos,pero me gustaría que alguien me propusiera algún personaje de los distritos por favor. GRACIAS. Espero que os guste. Un besazo enorme!
Bajé los escalones con cuidado y al
mismo tiempo Llue subió. Nuestras manos se rozaron un pequeño instante, y
nuestras miradas también. Me acerqué hasta el lugar en el que Mags y Gavin me
esperaban. Me recibieron con una buena crítica sobre mi entrevista y nos
quedamos observando a Llue en la pantalla. Lo único que hacía era ser él
mismo,responder con la misma forma que lo hacía con todos, parecía borde, pero
era muy simpático. A todos pareció caerles bien.
-¿Alguna vez se te había pasado
presentarte voluntario en los juegos si no hubieras salido elegido? –Le preguntó
Connor a Llue recolocándose la americana.
-Por supuesto. He entrenado en un
centro profesional de mi distrito desde los 14 años.
-Interesante. ¿Hay alguna razón que
puedas darnos para que sepamos tu elección en los juegos?
-Mi.. –Le temblaba la voz.Llue dudó
un momento,miró al público y continuó.- Una persona querida murió en los
Juegos, y nadie la recuerda. Quiero ganar para que ella no quede en el olvido. –Dijo
con voz firme e indiferente.
-Veo que eres un chico muy valiente
y… -Sonó el timbre.- Se nos acabó el tiempo.. Una lástima. Te deseo mucha
suerte –Se estrecharon la mano y Llue se retiró del plató.
Claro. ¿Cómo podía haberlo
olvidado? ¿Cómo podía todo el mundo haber olvidado la muerte de Scarlet?
Scarlet era una chica algo introvertida, rubia, de unos preciosos ojos azul
cielo, pero tenía todos los huesos marcados. Estaba anoréxica, y recuerdo la
cantidad de días que faltaba a clase y la cantidad de veces que lloraba en el
baño. Iba a mi clase, y salió en la cosecha el primer año que participábamos,
hace dos años. No llamó nada la atención en los Juegos, y murió en el baño de
sangre de la Cornucopia el primer día. Cierto es que nadie ha vuelto a
recordarla ni a mencionarla desde que murió. Pero era la hermana de Llue. Y
evidentemente él no la había olvidado, y quería luchar para que todos la
recordaran. Ahora ya podía comprender su manera de ser. Antes era un chico
bastante normal, con amigos y feliz dentro de lo que cabe. Cuando bajó los
escalones se dirigió al ascensor para subir la habitación,y yo fui corriendo
tras él y entré. No le hablé ya que no parecía tener ganas de ello. Llegamos a
nuestra planta y él se metió en su habitación. Yo aburrida decidí subir al
ático. Las entrevistas seguirían su curso hasta haber acabado con todos, pero
no teníamos obligación de quedarnos allí a verlas porque a la noche las íbamos
a ver enteras. Me senté en un banco que estaba un poco oculto entre las
plantas. Sin darme cuenta me había subido el ramo de flores que me habían
regalado. Subí una pierna al banco y la crucé por debajo de la otra. Me
descalcé para evitar hacerme daño. Miraba como el sol se iba poniendo cuando
una sombra se acercó a mí. Le vi de reojo y le saludé con la mano.
-Estás muy guapa,has hecho muy bien
la entrevista –Me dijo mientras se sentaba a mi lado mirándome. Le miré un
momento.
-Gracias.-Dije simplemente.- Hace
días que no te veo,he subido más veces y tú no estabas aquí.
-Lo siento, mi padre ha estado
ocupado estos días y me ha prohibido venir con él aquí. Pero hoy eran las
entrevistas y teníamos entradas. Me apetecía verte.
Sonreí brevemente mientras seguía
mirando la puesta de sol.
-Miles,¿Qué se siente al vivir
seguro?¿Al no tener miedo de morir en los juegos? –Dije con la mirada
perdida.Él me miró, creo que un poco sorprendido por la pregunta.
-Nada. No siento nada. Siento que
me falta algo. Aquí tenemos de todo, y no se valora nada. Todo es
falso,artificial, incluso el amor. Cuando los padres cuidan a sus hijos y les
inscriben en el colegio, realmente lo único que quieren es que alguien importante
se fije en ellos y su familia gane mucho prestigio. Las parejas están juntas
por el dinero, la familia y un grupo muy reducido, por amor. Me gustaría ir a
los juegos, saber que se siente al morir. –Dijo mirando conmigo al sol.
Me quedé callada un largo rato. Creo
que ya había pasado una hora. Tenía que asimilar todo lo que me había dicho y
pensar alguna respuesta. Cuando obtuve la mejor respuesta que se me ocurrió, el
sol ya se había ocultado. La noche llegaba. Esta podría ser la última noche de
mi vida ¿Por qué no aprovecharla? Me levanté, y Miles también. Me acerqué a él
rápidamente y con decisión. Acerqué mis labios a los suyos y le besé,me
besó,nos besamos. Sus labios eran suaves y cálidos. Fue un beso que me dejo con
ganas de más, pero tuve que marcharme. Mientras iba en el ascensor no pude
parar de pensar en lo que acababa de hacer. Mis hormonas estaban revueltas. No
tenía sentido lo que acababa de hacer. Pero me gustó, y no pude evitar tener
una sonrisa en la cara cuando entré en el comedor y me senté en la mesa. No
comí casi nada y no pronuncié palabra en lo que veíamos las entrevistas. Al terminar de verlas me fui a mi cuarto y me
tumbé en la cama. Estaba cerrando los ojos cuando Llue entró:
-¿Tú recuerdas a mi hermana? –Dijo desde
el umbral de la puerta. Me incorporé ligeramente y le indiqué con la mano que
pasara. Cerró la puerta y se sentó en la cama. Me senté en la cama también yo y
le contesté.
-Sí, claro que sí. Siento no
haberme dado cuenta antes de ello. Tú mereces ganar más que nadie. Te deseo lo
mejor. Solo te pido una cosa…. Dile a mi familia,que les quiero, que no sufran.
Por favor haz…-Me impidió hablar poniéndome un dedo en la boca.
-Tú no vas a morir. Si hubieran
sido otros juegos, quizá me hubiera planteado ganar,pero desde que supe que
íbamos a estar juntos en la Arena, supe que ganarías tú. Me recuerdas a mi
hermana, quiero protegerte. ¿Me dejarás?- Asentí sonriente y le di un beso en
la mejilla deseándole buenas noches. Irónico. No íbamos a pegar ojo ninguno de
los dos.